Después de cuidar a mis hermanos pequeños, primos desde su tierna edad incluidos y hasta mi hijo de 3 años, he aprendido que cuidar a los niños no necesita ser perfeccionista, pero es un proceso de aprendizaje. He aprendido a ser paciente con los niños. es una habilidad de primer nivel, los niños deben ser alentados y apoyados. Me di cuenta de que esto los ayuda a desarrollar una autoestima positiva y a convertirse en su mejor versión de sí mismos. Siempre tengo compasión por los niños, siempre necesitan que los entiendan y los consuelen. vínculo fuerte con los niños, al pasar tiempo de calidad juntos también se fortalece el vínculo, siempre les he recordado a mis hermanos la fuerza que los motivaba en la vida, también me di cuenta de que los niños necesitan mucha atención, por lo que se les debe prestar toda la atención, es bueno preguntarles a los niños cómo fue su día, esto les asegura que te importan, y por último aprendí que es bueno recordarles siempre a los niños cuánto los amas, los hace crecer siendo personas amorosas.