Desde que era niña, mis tías y tíos traían a mis primos pequeños a la casa de mis abuelos durante las vacaciones escolares para que los cuidara porque sabían cuánto me preocupaba por los niños. Como profesión, elegí ser maestra. . Para mí fue una decisión fácil porque siempre me encantaron los niños en general y es una calle de doble sentido, los niños de alguna manera se sienten atraídos por mí, incluso cuando no me conocen. Es como si sintieran la buena energía en mí y quisieran estar más cerca. Para mí son tan inocentes que siempre siento la necesidad de protegerlos.