Nunca he estado matriculado en ninguna guardería ni tengo calificaciones educativas para cuidar. Mi capacidad para cuidar a personas mayores es a través de la experiencia. Mi mamá siempre quiso que fuera enfermera, yo nunca quise porque es un trabajo. Mis habilidades de guardería son algo natural. Desafortunadamente, mi papá comenzó a enfermarse en 2017. No quería que nadie más que yo lo cuidara, porque sabía que no lo tomo como un trabajo, sino que doy lo que me dan sin esfuerzo. Cuidar de otro ser humano.
Además de mi padre, he tenido otras oportunidades cuidando a personas mayores. La amiga de mi madre estaba renovando su casa, por el polvo y las obras que había que hacer, no podía dejar que su madre se quedara en esas condiciones. Entonces mi madre sabía que yo la amaría y podría mantenerla bajo mi cuidado. Pasamos meses juntos y prolongamos un poco su estadía después de que terminaron las renovaciones. Ella tenía 83 años y, sin embargo, nos alimentamos de la forma de vida de cada uno, seguro que no se notaba que estábamos a años de distancia de nuestras conversaciones. Yo tenía 18 años entonces.
Sin venderme como algo que no soy o que no intento ser, prácticamente he aceptado mi campo natural elegido. Incluso en 2014-2016 tuve la oportunidad de cuidar de mi difunto tío. Todos los miembros de la familia vieron obvio que yo debería ser quien se aprovechara de tal deber. Otros lo toman como una pausa en la vida, mientras que yo lo tomo como una vocación. No me pierdo cuando hago lo que me da alegría en el corazón.
Todos sabemos que no siempre es tan fácil como esperamos, hay días en los que las emociones juegan un papel importante. Al igual que tener días malos, ahora comprender esas circunstancias te ayuda a no descargar tu mal día con la persona a la que debes cuidar. También comprender que las personas mayores pueden ponerse de mal humor a veces, no porque sólo quieran ser groseros. No tener tus habilidades juveniles le hace eso a una persona, simplemente se siente frustrada por no poder hacer las cosas por sí misma.
No tengo mucho que decir, más bien dejarme ser una ayuda adicional para su ser querido.