Comprometida con seguir aprendiendo, incluso si ya obtuve mi título (4 años en Recursos Humanos). Regresé para estudiar un curso que puede crear un impacto en la vida de otros. La pandemia de COVID me enseñó que el significado más importante de la vida es no sólo existir, ¡sino vivir! Haciéndome darme cuenta de que todavía puedo vivir mi vida mientras ayudo a los demás. Soy Mariella, tengo 25 años y soy de Filipinas. El año pasado, después de la pandemia y el impacto de realización que me dio, estudié el curso de Cuidado que me llevó 7 meses terminar. Un curso integral que contiene soporte vital básico, RCP-DEA, preparación de comidas, primeros auxilios y asistencia de movilidad. Curso que me abrirá los ojos por completo sobre el cuidado de los grupos más vulnerables de nuestra sociedad; los niños, las personas con necesidades especiales y los ancianos. Durante mis estudios prometí ser un
donante de sangre habitual y me comprometo a recorrer este camino actual con todo el corazón y el compromiso. Después de mis estudios, también soy voluntaria en un centro de atención domiciliaria que cuida a personas mayores. He tratado a personas mayores con demencia, diabetes, hipertensión, personas que han sufrido un derrame cerebral, personas ciegas, con problemas de audición, problemas respiratorios, artritis y muchos más. Quiero dejar algo memorable después de cada turno. ¡Así que canto para ellos! Almas viejas... canciones clásicas que seguro a nuestros queridos mayores les encantarían. Bailo con ellos. Me siento a su lado. Hablo con ellos y les pregunto cómo están. Esta profesión es un papel muy gratificante. Me hizo sentir agradecida y bendecida por la situación en la que me encuentro actualmente y sentirme tan amada por las personas que me importan, incluso si lo necesitan más. Quiero buscar empleo en el extranjero para aprender sobre la diversidad multicultural y ahorrar lo suficiente para poder ayudar a más personas en casa. :)