Hola soy Ksenia. Tengo 21 años. Nací en Volgogrado, pero ahora vivo en Moscú. Estoy estudiando psicología en la universidad. Estudio ingles con un tutor y sueño con aprender español. Leo mucho, mi libro favorito es “Harry Potter”. Trabajo en la panadería hasta las 2 de la tarde y luego voy al gimnasio.
En mi tiempo libre me gusta pasar el rato con mi familia y amigos. Nos gusta ver películas, tomar café en los cafés y hablar entre nosotros.
Cuando tenía 16 años, fui a la universidad en Krasnodar. Además de estudiar, cuidé al hijo de una amiga de mi mamá. Su nombre era Artyom, tenía siete años. Después de mis clases en la universidad, que terminaban a la 1 pm, me iba a casa por un rato, dejaba mis cosas allí y recogía a Artem de la escuela. Después de la escuela, Artem y yo almorzamos e hicimos su tarea. Por la noche jugamos juegos educativos y leímos libros. Y durante la semana llevé a Artem a sus clases extra. En los días cálidos siempre hacíamos deporte al aire libre.
Artem, como yo, ama los deportes, así que siempre nos divertíamos. Nos gustaba jugar fútbol con otros niños. Me acostumbré tanto a Artem que fue difícil dejar mi trabajo. Pero su familia se mudó a otra ciudad. Sin embargo, Artem y yo todavía nos encontramos a veces, le envío regalos de cumpleaños.
Cuando me mudé a Moscú, comencé a trabajar con un chico llamado Harry. Mi amigo estaba buscando una niñera a tiempo parcial, lo que me convenía perfectamente. Harry era dos años menor que Artem. Harry y yo pasamos mucho tiempo afuera, jugando fútbol y basquetbol con los otros niños. Harry, a pesar de su edad, era un niño muy interesante. Me gustaba hablar con él de autos, me enseñó a entender los autos. ¡Aprendí mucho de Harry! Sabía mucho sobre animales, me contó hechos inusuales e interesantes. Le gustaban los tiburones, podíamos hablar de ellos durante horas. A Harry le gusta el canal Animal Planet, a menudo lo veíamos juntos y luego discutíamos la información que escuchamos allí. Debido al amor de Harry por los animales, comencé a leer no solo literatura clásica, sino también libros sobre animales.
A través de mi trabajo con niños, me di cuenta de que necesitamos aprender de ellos. Los niños son curiosos, quieren saber todo sobre el mundo, tienen hambre de nuevos conocimientos. Quiero dedicar mi vida a los niños. Los niños son mi propósito de vida, quiero conectar mi futuro con ellos y progresar en este campo. Mi sueño principal es ayudar a los niños de cualquier edad para que se sientan más seguros en la vida adulta.