Soy más que un asistente personal. Me esforzaría más en ser un asistente de vida porque, además de ayudar a los clientes con sus necesidades diarias, también ayudo con las necesidades del corazón y la mente. Siempre veo el vaso medio lleno. Soy optimista en cada situación y he ayudado a muchos porque siempre estoy dispuesto a expresar palabras de aliento y darles vida.
Como asistente personal, tengo un conjunto único de habilidades que me permiten sobresalir. Las habilidades que poseo me han ayudado a tener éxito en este tipo de rol.
Son resolución de problemas, atención al detalle, confianza en uno mismo, comunicación, organización, pasión por ayudar a los demás, capacidad multitarea, discreción, iniciativa, actitud positiva y capacidad de mantener la calma en situaciones estresantes. Pero la habilidad más importante es ayudar a "la persona en su totalidad"; no ver el trabajo simplemente como un trabajo, sino como una invitación a tocar una vida y generar un gran impacto.